El viernes dijeron quién había sido el ganador del concurso al que mandé Romper el espíritu. No fui yo, si no un Tunecino por su cuento Mamadú y los verbos españoles. Cuándo vi la noticia me saqué de onda; en verdad pensé que mi historia podía ganar. Después, a lo largo del día y hoy, todo el sábado, un montón de sentimientos mezclados con las noticias de la influenza porcina…sigue leyendo