Si pudieras leer mi mente. Ahora. Al tiempo que mis manos aprietan las teclas: Estoy algo ansioso, me siento algo cortado, algo triste, algo pesado. En general estoy bien, estoy contento con mi vida. Pero en este momento me siento así, como si quisiera decir muchas cosas, como si los sentimientos se agolpara intentando salir a través de mi piel, de mi brazo izquierdo.
Estoy haciendo muchas cosas, estoy terminando un cuento de terror que se llama el Cúmulo negro y tengo que terminar de leer el Dragón rojo de Thomas Harris para el martes. Tal vez sea eso: he estado demasiado metido en sueños oscuros, en mi relato de terror, en los cuerpos destrozados de las historias de los asesinos seriales. La otra vez tuve un sueño que creo que tiene que ver con esto: soñé que dominaba a una gran serpiente venenosa que descansaba y a la cual yo, por mi arrogancia, trataba de someter. Y lo hacía: pero ella escupia su veneno y este tocaba mi piel y yo lo sentía correr dentro de mi, poco a poco y no sabía si sería mortal, si podría salvarme. Estaba arrepentido; por mi arrogancia me había acercado al monstruo; no era necesario hacerlo, él descansaba tranquilo. Yo lo despertaba y lo sometía.
Tal vez tenga algo que ver o tal vez no. Pero me siento algo pesado, algo oscuro. Extraño algo. Ayer tuve otro sueño: me encontraba con una niña con la que había estudiado la primaria y nos enamorábamos y paseabamos de la mano riéndonos por las calles, acompañados. ¡Se sentía muy bien tener su mano en la mía y estar acompañado! Fuaaaaaaa. Tal vez me sienta así porque hace un par de semanas corté con la chica que salía; las cosas no estaban funcionando, nos veíamos dos o tres horas a la semana y los dos nos sentíamos cansados y con ganas de dormir. Y además una parte mía me decía que ella en realidad no me gustaba tanto, que no sentía nada especial. Y a ella le pasaba lo mismo, me lo dijo el último día que nos vimos en un café en Filomeno mata. Pero esto sólo pasó las últimas dos semanas. Cuando la conocí sentí esa clase compañía del sueño con la niña de la primaria.
Si pudieras leer mi pensamiento ahora. O más que eso, si pudieras al leer sentir esta extraña sensación, ácida, negra, pasajera, que ansia compañía. Me siento algo seco, algo vacío, me gustaría besar a alguien ahora, hasta que nuestros labios se derritieran. Y después dormir abrazado a ella.
La canción de esta semana habla de todo esto. La canta Johny Cash y el compositor dice lo siguiente:
Si pudieras leer mi mente, amor,
que cuento contarían mis pensamientos.
Como una película vieja
Acerca de un fantasma
venido de un pozo de los deseos.
En un castillo oscuro o en una fortaleza,
con cadenas sobre sus pies.
Sabes que ese fantasma soy yo,
y que no seré libre
hasta que puedas verme.
Si pudiera leer tu mente, amor,
que cuento contarían tus pensamientos,
como una novela de bolsillo,
de las que venden en los aeropuertos.
Tu lees la parte en la que el dolor en el corazón llega,
yo soy el héroe,
pero el héroe a menudo fracasa,
y tu no leerás el libro otra vez,
por que el final es muy duro y triste.
Yo me alejo como una estrella de cine,
que termina mal en un triangulo amoroso.
Entra el número dos en el triangulo:
una reina de película que en la escena
saca todas las cosas buenas que hay en mí.
Pero por ahora, amor, seamos realistas;
Nunca pensé que pudiera sentirme de este modo
y tengo que decir que simplemente no lo entiendo.
No sé cuando las cosas empezaron a ir mal,
pero el sentimiento se ha ido
y no puedo hacer que vuelva.
Si pudieras leer mi mente, amor,
que cuento contarían mis pensamiento.
Como una película vieja
Acerca de un fantasma
venido de un pozo de los deseos.
En un castillo oscuro o en una fortaleza,
con cadenas sobre sus pies.
Pero las historias siempre terminan,
y si pudieras leer entre líneas,
sabrías que sólo estoy tratando de entender
los sentimientos que ya no tienes,
Nunca pensé que pudiera sentirme de este modo
y tengo que decir que simplemente no lo entiendo.
No sé cuando las cosas empezaron a ir mal,
pero el sentimiento se ha ido
y no puedo hacer que vuelva.
La canción la canta Johny Chash en su disco American V: A Hundred Highways, pero la compuso Gordon Lightfoot, al que algunos han nombrado el Bob Dylan canadiense.
Vean aquí su versión de esta rola.
La Extranjera dice
He leído esta entrada justo un día en que pienso: “si pudieras leer mi mente”, y es que a veces la soledad abruma un momento.
Ale dice
ahhh…ufff. y vaya que abruma a veces… es una muy buena canción, ¿no crees?
Por cierto, me voy a meter a tu blog y te comento.
Saludos,