Sri Avinanda, con su mirada pausada y la dulce sonrisa que se escapaba de su cara como una paloma, observaba a sus discípulos en el salón principal del Ashram. Kate había soñado con ese día desde hacía mucho; había dejado todo, había cruzado el mundo y hoy, por primera vez, estaba frente a su maestro. […]
La vida
Buscando en viejos discos duros encontrélos cuentos que escribí cuando iba en la prepa.
Esta semana pego aquí una copia de uno sobre una artista porno que revive trecientos años después de muerta. Ni una sola coma ha sido retocada, así que no se sorprendan de la ortografía o la redacción.sigue leyendo