El martes 15 de Junio de 1965 las calles de Nueva York casi desaparecían bajo la lluvia, era verano pero una inesperada tormenta azotaba la ciudad. En el número 799 de la Septima Avenida, cerca de la calle 52, un chico de veinticuatro años entró al estudio A de Columbia Records. Llevaba un saco oscuro y una camisa abrochada hasta el último botón. El chico, Bob Dylan, había ido hasta ahí para las sesiones de su nuevo disco, Highway 61 revisited, y ese día en especial, para grabar algo que antes era sólo un poema, “un largo vomito de veinte páginas”, y que ahora pensaba convertir en canción.
Los músicos se colocaron detrás de sus instrumentos. El productor dio la indicación y empezaron a grabar.
Las tres primeras tomas fueron un desastre. Dylan, como era su costumbre, ni siquiera les había dicho en que tono iba a tocar, y los músicos no pudieron pasar de los primeros versos.
Lo intentaron una vez más y entonces ocurrió el milagro; los elementos se conjuntaron y lograron llevar la canción hasta el final: Bob aullaba, sacando su frustración:
“Hace mucho tiempo vestías tan bien, despreciabas a los vagabundos y maldecías, orgullosa, ¿no es cierto? La gente te decía, ten cuidado, nena, estás a punto de caer, pero tú pensabas que todos estaban locos, y te reías, y decías que sólo se querían burlar de ti. Ahora ya no hablas tan fuerte, ni pareces tan orgullosa…”.
Cuando la escribió, Dylan estaba buscando “algo rítmico plasmado en el papel sobre su odio constante hacía algo honesto. Venganza quizás sea la palabra más adecuada”.
Pero la canción había ido surgiendo poco a poco y quizás el primer detonador ocurriera una tarde cuatro años antes, mientras Dylan veía una obra de teatro con canciones de Bertolt Brecht. En su biografía dice que nunca antes había escuchado canciones como esas, canciones que “provenían de una tradición oscura y parecían llevar una pistola en el bolsillo y venir por ti”. Canciones despiadadas . Y Like a Rolling Stone era despiadada, exhalaba rabia en cada uno de sus versos:
“Cómo se siente, cómo se siente, estar sin casa, como un completo desconocido, como una piedra rodante”.
Grabaron la canción once veces más más, pero nunca pudieron volver a terminarla; se les escapaba de las manos, Bob cambiaba la letra, alguien se salía de tiempo.
La versión que salió en el disco fue la de la cuarta toma. Greil Marcus, unos de los críticos más importantes de Dylan, dice que aquello fue un accidente milagroso, y que en realidad hubo muchas posibilidades para que Like A Rolling Stone nunca viera la luz: los músicos eran ”como cazadores rodeando a un animal que se ha escapado docenas de veces… sólo podía ocurrir una vez”.
Like a Rolling Stone salió como single el 20 de Julio de 1965 y cambió el mundo del pop para siempre.
Paul MacCartney recuerda haber ido a casa de John Lennon a escucharla: “Parecía que duraba eternamente. Era simplemente hermoso… Nos enseño que era posible ir más allá”. En el 2004 la revista Rolling Stone la nombró la mejor canción de todos los tiempos.
Lo que habían conseguido esa tarde de 1965 en el estudio era una revolución. Dieron a luz una hermosa canción sobre la venganza, una venganza liberadora, contra alguien más y contra uno mismo; una canción te arroja a la calle, te deja temblando, lejos de tus comodidades burguesas, de tu casa, sólo, invisible, sin secretos, como un completo desconocido, como una piedra rodante.
Castrohernando dice
“… como una piedra rodando”. Magnífico!! Tenés un blog interesante, con temas de literatura de los buenos y esa música! Esa música que me hace vibrar cada vez que la escucho. Hoy es 1º de Enero del 2012 y la compilación que hiciste, es el mejor regalo que alguien que no me conoce me dio alguna vez. Te mando un abrazo y te deseo un año en el que puedas desplegar todas tus dotes para nosotros los egoistas que las disfrutaremos. Desde Mar del Plata, Lidia
Alejandro Carrillo dice
Lidia, muchas gracias, qué bueno que te gustó el artículo, y el disco, y lo que se escribe en este blog. Espero seguirte leyendo por aquí. Un saludo y feliz año.
buy hublot dice
Così difficile voglio solo gente che guarda verso il basso, zitto