XXIV
Lo que vemos de las cosas son las cosas.
¿Por qué veríamos una cosa si hubiese otra?
¿Por qué ver y oír sería engañarnos
si ver y oír son ver y oír?
Lo esencial es saber ver,
saber ver sin estar pensando,
saber ver cuando se ve,
y no pensar cuando se ve
ni ver cuando se piensa.
Mas eso (¡tristes de nosotros que llevamos el alma vestida!),
eso exige un estudio profundo,
un aprendizaje de desaprender
y un secuestro en la libertad de aquel convento
de que los poetas dicen que las estrellas son monjas eternas,
y las flores las penitentes convictas de un solo día.
Mas donde al final las estrellas no son sino estrellas
ni las flores sino flores,
siendo por ello que estrellas y flores las llamamos.
Fernando Pessoa