Es Martes 4 de Noviembre del 2008. Estoy tomando un café con dos amigos de la escuela de escritores a la que apenas entré; de regreso a casa veo las noticias en una televisión al lado de los puestos de comida sobre insurgentes; un helicóptero o una avioneta en la que viajaba Mourihno, el secretario de gobernación, se estrelló en reforma, hay coches y cuerpos calcinados y yo tengo la sensación, en el estomago y en los dientes, de que algo está por pasar.
Pero la sensación se me quita de regreso a casa y me olvido por completo de ella mientras escucho en el iPod el libro de Nick Hornby que bajó mi hermano. Se llama A Long Way Down y se trata de cuatro extraños que se encuentran en el techo de un edificio la noche de año nuevo listos para suicidarse. Hornby es un hijo de puta y escribe como un monstruo: El libro es muy sencillo, es cómico, te mata de risa, pero en el fondo, mientras cada uno de sus personajes se desenvuelve entre la vida más común y cotidiana, te llena de emociones que se agitan fuertemente dentro de ti.
Llegué a mi casa y en las noticias de los canales de cable (en las de México sólo hablaban de Mourihno) anunciaban la victoria de Barack Obama. Media hora después este daba el discurso de la victoria. !Que increíble ver al mundo pendiente de una elección! y ver la cara de toda la gente, feliz, llena de esperanza, creyendo que todo es posible y que siempre se puede cambiar. Y la gente al rededor del mundo contenta, festejando. Me emociona. La fuerza de la esperanza puede romper cualquier cosa, además te deja una sensación que se mete en el cuerpo y sale por los poros de tu piel. La esperanza te hace sonreír sin preocupación. La esperanza me hace sonreír sin preocupación. Me hace dormir confiado y hacer lo que hago con amor y no con miedo a que si no lo hago… o a tengo que hacerlo… la esperanza hace la vida más fácil y sencilla. Cualquier cosa que pueda traer tan de golpe tanta esperanza es bien recibida.
Dejo dos videos, uno de un blogero que vive en Europa y dice que por primera vez en su vida no se siente avergonzado de ser americano y hasta se siente orgulloso. Dice que, por primera vez en mucho tiempo, la gente se le acerca con amabilidad.
En el segundo pueden ver las reacciones del la victoria de Obama en el mundo. ¡En Kenia saltaban y cantaban!
¡Barak Obama para presidente del mundo!