“Yo siento que la novela funciona a pesar o a favor de Bob Dylan. Fui muy consciente de eso, al principio sí tenía un montón de datos que sobraban y que yo sólo metía porque los conocía o porque me gustaba. Pero traté de que todo tuviera sentido en la vida de Omar, de por qué decía tal cosa. Siento que si le cambiáramos el nombre de Bob Dylan por otro, la novela se sostendría. Que es una riqueza que esté Dylan, pues sí porque me encanta. Me encanta que la lean adolescentes, pero tampoco creo que sea una novela sólo para ellos. Todo ese rollo de categorías es un rollo de marketing que nada más está hecho para vender. Igual, “El guardián entre el centeno”, que es mi novela favorita, es de un adolescente, pero la historia trasciende todo eso. “
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